32 expositores de producción ecológica en Navarra se han dado cita este fin de semana para concienciar de la importancia de una producción sostenible
Este fin de semana, se ha celebrado la VIII Feria ecologista de Navarra en Noáin. El evento se ha dado cita en el parque de los Sentidos de la localidad, premiado en numerosas ocasiones por su gestión ecológica municipal y además es ya considerado un símbolo del respeto medioambiental en la Comunidad Foral.
Como cada edición, el órgano promotor fue CPAEN-NNPEK que cada tercer fin de semana de septiembre concerta esta cita con el ecologismo. Es una fecha adecuada que coincide con la madurez de varias verduras de temporada que por estos días están listas para consumir.
La organización ha aprovechado el recorrido del propio parque para delimitar tres áreas diferenciadas y así dar cabida a todas las actividades que han convocado este año. Nos explica Isabel Pueyo, coordinadora de la feria, que “hay tres zonas. Una con más de 30 puestos que venden productos ecológicos de Navarra en donde también puedes degustarlos, un segundo espacio que está dedicado a los más peques y una tercera zona de bar con escenario donde se realizan actividades de índole cultural en donde te puedes sentar en una terraza y tomar un frito y una cerveza ecológica”.
Crónica de la VIII Feria Ecológica de Navarra
La plaza central del parque alberga el mercado. Un recorrido circular muy florido bordea un estanque circular y a su vez recorre los diferentes puestos de producción ecológica. Pasta, miel y huevos camperos. Vinos, frutas, verduras. Productos naturales sobre los que no se han rociado insecticidas agresivos y que no se han abonado con productos químicos.
Pero no solo se ofrecen stands de alimentación. Varias mesas del itinerario están llenas de revistas, panfletos e información en diversos formatos que están relacionadas directa o indirectamente con el ecologismo.
En uno de estos puestos regalan soportes para el móvil fabricados con plástico reciclado, es el puesto de REAS Navarra, organismo que se dedica a la economía social y solidaria. Allí informan de varios servicios, desde publicaciones divulgativas creadas por fundaciones navarras hasta la asesoría jurídica que ofrece Sustrai Erakuntza. Un poco más adelante, ASENNA atiende dudas y aconseja sobre la Endometriosis.
Otro de los divulgadores de esta feria es Rubén Flamarique, técnico en agricultura que después de una estancia entre Asia y Latinoamérica asesorando en sostenibilidad a agricultores de todo el mundo, ha vuelto a Mendivil para poner en práctica todo lo aprendido y trabajar sobre los sustratos de los cultivos ecológicos.
Explica Flamarique que se dedica a asesorar en la restauración de los suelos. “Por todas las prácticas que se han realizado durante años, la tierra se ha ido degradando poco a poco”, explica el técnico de la Valdorba.
Flamarique envía un mensaje de ánimo para todos aquellos agricultores que quieran cambiarse al cultivo ecológico. Hay muchas fórmulas para comenzar la transición entre un cultivo tradicional y uno que no precise de productos o técnicas que agredan a la biodiversidad. Recomienda: “Devolverle la vida al suelo”, a todos los agricultores que han realizado labores durante mucho tiempo sin preocuparse por la vida fúngica del terreno. Explica que al inocular hongos al sustrato “es más fértil por tener más nutrientes, al tener más nutrientes las plantas crecen más resistentes a enfermedades, por lo tanto no habría que echar tantos insecticidas, tantos pesticidas, etc.”, es decir, “lo que queremos. No contaminar tanto y que los vegetales sean nutricionalmente más densos” añade Flamarique. “No es tan difícil, la dificultad mayor casi siempre es psicológica, hay una barrera mental”. Como apunta Flamarique, el cambio más difícil es el que tiene que hacer cada persona interiormente para comprender el impacto que supone consumir y dar demanda a productos que se consiguen mediante técnicas que destruyen el ritmo natural de los biomas y sus cadenas tróficas.
Son numerosos los visitantes que acuden a esta cita anual. Muchos de ellos son simplemente curiosos que se acercan a ver los puestos o acuden atraídos por el cartel de actividades y es su primer contacto con el ecologismo. “A mí no me llama mucho la atención”, asegura una vecina de Noáin que curioseaba los puestos del Parque de los Sentidos. Defendía que no cree que haya mucha diferencia entre el sabor de las verduras ecológicas y las tradicionales, aunque al preguntarle sobre su impacto medioambiental reconoce que “con eso sí” que puede haber diferencias.
Desde la organización tienen claro que uno de los objetivos es precisamente ese “concienciar a la población”: “Que la ciudadanía sea conocedora de los alimentos ecológicos de Navarra y de la producción”, explica Isabel Pueyo como responsable de la feria. Pero como es de esperar, también acude ciudadanía concienciada como Oscar Moreno que intenta colaborar con el comercio local y el ecologismo siempre que puede. Acude en pareja con su mujer. Reconocen que sí que notan un algo de más calidad en los productos ecológicos que consumen comparado con los tradicionales, pero añaden que esa no es la única razón que les anima a seguir acudiendo a estos comercios. “A veces, más que por la calidad, que también, es por el tema de la economía sostenible”, dice Moreno junto a su mujer que asiente con la cabeza.
Y es que para los productores y para los consumidores que han decidido respetar el medio ambiente, a la vez que eligen un producto respetuoso para la biodiversidad de la tierra, una cosa está clara: “Nosotros queremos un futuro para nuestros hijos” dice Asier, agricultor y comerciante de El Puente Viejo, dedicado a vender verduras y hortalizas ecológicas. Para Asier, debe haber una conciencia para cuidar el entorno y pensar en qué mundo vamos a dejar en herencia en vez de centrarnos en una producción centrada únicamente en el beneficio. “Hay que hacer que las cosas cambien y cambien a mejor”, comenta convencido el joven agricultor.
La Feria Ecológica de Navarra se ha convertido en una jornada festiva para concienciarnos a reducir nuestra huella ecológica, a la vez de dejarnos con un buen sabor de boca.
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