Esperamos volver a comunicar lo antes posible. Disculpe las molestias.
20 mar 2025
6 feb 2025
A cal y canto
Editorial.-
A cal y canto | Navarra.-
El fentanilo asusta a Trump. Debajo de esa imagen de pulcro empresario exitoso retumba constantemente la verdadera razón de sus movimientos geopolíticos. El magnate ha maquillado de guerra comercial su estrategia para controlar el tráfico del opiáceo. El discurso del presidente republicano enturbia la realidad norteamericana y no corresponde con los últimos datos esperanzadores que avalan que las sobredosis por fentanilo están descendiendo. Todavía es pronto para hablar de un control de esta sustancia, pero avances realizados en la etapa Biden han potenciado el uso de fármacos que reducen de manera eficaz las muertes por sobredosis. La investigación llevada a cabo por los demócratas estableció el empleo de buprenorfina y metadona para aquellas personas que sufrían trastorno de consumo de opioides. También apostaron por la naloxona, que se utiliza para revertir los efectos narcóticos de los opiáceos. Ambas estrategias han sido avances más eficaces que las propuestas antidrogas de Donald Trump. No le funcionaron del 2017 al 2021, cuando en EEUU pasaron de tener 28.466 víctimas por sobredosis de opiáceos sintéticos a 70.601; y no le van a funcionar ahora. La guerra química de China se coló en el continente y dejó a la potencia americana en entredicho. La DEA señaló al gobierno de Xi Jinping como presunto culpable de la elaboración de ingredientes ilegales con los que posteriormente se sintetizaba el fentanilo en laboratorios mexicanos. Desde el país natal del “Chapo” Guzmán, encarcelado en EEUU desde 2019, se introducía la sustancia a través de la frontera hasta las calles de Oregón. Allí ya había demanda. Eran los adictos al Oxycontin, un medicamento recetado una década anterior por farmacéuticas como Purdue, que aseguraban que no creaba adicción. Aquellas personas buscaban algo más fuerte que la heroína y lo encontraron. En 2020 y 2021 fallecieron más de 100.000 norteamericanos cada año. Este hecho, junto con la alta incidencia de muertes por COVID-19, ocasionaron una disminución de la esperanza de vida norteamericana. Pero la conspiración y el negacionismo distrajeron las atenciones de este tema y las centraron en el Capitolio. Ahora Trump vuelve con la excusa perfecta: drogas, inmigración e inseguridad. Así justifica la subida de aranceles a México, China y Canadá. Su intento por controlar la alta tasa de sobredosis letales pasa por dejar atrás la política de estudio y la colaboración científica con la que comenzaban a remitir las muertes. Prefiere centrarse en poner puertas al campo. En su plan perfecto, no puede cometer el error de blindar la franja sur de su territorio e ignorar a los más de 26.000 jornaleros mexicanos que acuden anualmente a territorio canadiense dentro del programa de Trabajadores Agrícolas Temporales. Por eso también quiere tener controladas las mugas con territorios fronterizos como Ontario, Alberta o Quebec. Con ambos frentes cerrados solo queda esperar a que el ingenio de las mafias del narcotráfico averigüen el modo para hacer llegar, de nuevo, el producto a sus clientes, los americanos.
2 feb 2025
¡Fuego!
Perdona que te moleste .-
–No puedo evitarlo. ¡Es tan bonita!
Instantes después de esta conversación, Harry, una mosca embaucada por la hermosa luz negra que desprende una trampa para insectos, en una de las escenas de la película Bichos, una aventura en miniatura, termina su cameo electrocutado mientras su amigo revolotea a escasos centímetros del incidente, sin poder hacer nada por él.
De manera irremediable, nuestros instintos más arcaicos se imponen a cualquier razonamiento de nuestro cerebro, que pretende lograr la supervivencia de su portador. Esta disociación orgánica de nuestra materia gris con el resto del cuerpo es necesaria para vislumbrar en estos comportamientos, reflejos que hoy en día ignoramos que sabemos.
Me encanta hipotetizar sobre cómo serían los primeros asentamientos humanos de la historia. Paso largos periodos de tiempo retrocediendo con mi imaginación a los inicios homínidos de nuestros ancestros, atisbo sus descubrimientos desde la distancia y contemplo sus primeros pasos intentando dominar la siembra de vegetales o la doma de bestias.
Aunque mi mente unos días achaque el inicio de la medicina a un proceso exhaustivo de prueba y error de un Homo sapiens avispado, dando sus primeros pinitos en el método científico y descubriendo elixires y ungüentos; y otros días se carcajee representando una comedia en la que un primate, sin pelo y con jaqueca, muerde las hojas de un sauce llorón de aquellos, y el ácido acetilsalicílico de sus hojas le deja como nuevo, no dejo de imaginar todas esas escenas en la cercanía de una hoguera.
Ese elemento, ardiente y destructivo, lo conseguimos domesticar como especie, da origen a la palabra hogar, en sinonimia con la palabra casa. Todavía a día de hoy sentimos, presente en nuestra evolución, una respuesta instintiva cuando nos sentamos frente al fuego. Parece adquirir personalidad y recordarnos que, gracias a él, sobrevivimos. Nuestro trance frente al fuego es una proyección íntima que repasa la ventaja evolutiva que supuso controlar la combustión para derrotar a la oscuridad y con ella al resto de peligros.
Las llamas estimularon nuestros sentidos gracias a la luz que emiten y a su movimiento. Los colores cálidos del fuego nos evocan emociones agradables y relajantes, al igual que sucede con el crepitar de las ascuas. Junto al calor de una fogata se han desempeñado los diferentes rituales de las civilizaciones históricas y desde nuestros orígenes hemos asociado ese lugar con un núcleo donde se han desarrollado las conexiones culturales.
Purificadora o destructiva, el centro de nuestra historia ha estado acompañado de una lumbre. En los días de invierno, en las ciudades, todavía se consigue otear el rastro de chimeneas de leña, que resisten anecdóticas frente a los radiadores domésticos o a los suelos radiantes.
Nuestro cerebro ansía recuperar esas chispas que encendían sus recuerdos. Anhela calentar su memoria frente a leños candentes que escupían sol. Y en este contexto, aparecen los smartphones y nos hipnotizan como al pobre Harry, la mosca que en mitad de la noche siguió la luz. Igual de falsa es la luz de los dispositivos móviles.
Si alrededor de las hogueras sucedían diferentes procesos sociales por los cuales nos alimentábamos, bailábamos o nos protegíamos, la realidad frente a las pantallas es otra. De aquel reflejo dorado por el que desarrollamos fascinación y que nos remitía a un estado de relajación o trance, hemos obtenido pozales de luz azul que facilitan que nuestro insomnio flirtee con la histeria. Suceden millones de píxeles frente a nuestros ojos que nos dan una sensación espuria de sucesos, y nuestro cerebro se seca con ese cambio artificial que nunca se apaga. Alimentar las ascuas del fogón permitía al menos ser conscientes del paso del tiempo, algo imposible cuando te encuentras ante un contenido inagotable.
También es ficticia la sensación de socializar. La hermandad que se forjaba al calor de las luminarias domésticas establecía los cimientos de una sociedad bien formada y capaz de organizarse frente a las adversidades. Likes y me gustas constituyen un trasfondo putrefacto de intereses que nada tiene que ver con la solidaridad entre personas. El dispositivo móvil se aleja del concepto de territorialidad que simbolizaba el fuego. Allí donde se terminaba el camino, se establecía un campamento y se hacía una hoguera. Hoy la efímera sensación de pertenencia se reduce a muy pocas biografías en redes sociales.
El miedo a lo desconocido, lo que había más allá de los brazos de las llamas, hoy es un falso brillo en nuestras manos. Tenemos las retinas quemadas y echando humo de tanta iluminación; y, a nuestro alrededor, la oscuridad. Y ya sabemos, por Harry, qué pasa en la penumbra.
31 ene 2025
Tarta de lima
Perdona que te moleste .-
Opinión | Navarra .-
Las ayudas a las familias en situación de desahucio no gustaron a la derecha española ni a la derecha catalana. Las dos formaciones políticas, que hasta hace nada escudriñaban el artículo 155 de la Constitución para dirimir quién tenía razón por aquellos 46 segundos en los que pertenecieron a países diferentes, recibieron el flechazo de cupido y se juntaron. Partido Popular y Junts per Catalunya se negaron a aceptar un paquete de ayudas económicas propuestas por Sánchez porque no toleran a los okupas, con k de kebab. A pesar de hacer buena pareja, los efluvios del amor se disiparon y esa relación se terminó. Feijóo y Nogueras vivieron algo fugaz y no se dejaron amedrentar por la estafa socialista con la que, según ellos, nos pretendían colar una lima en la tarta al resto de ciudadanos. Ahora la catalana ha sucumbido a los encantos de Sánchez después de descubrir las mentiras del dirigente popular. La diputada independentista tiene pruebas de que el problema con el que le encandiló su anterior pareja no era para tanto. Se lo ha dicho su confidente, el Consejo General del Poder Judicial, que sabe que los desalojos, o lanzamientos, han descendido un 3,1% respecto al tercer trimestre del año pasado. También se ha enterado por una amiga suya, la LAU (Ley de Arrendamientos Urbanos), de que los desahucios condenados por impago de alquiler, en el último trimestre de 2024, han sido 3.984, es decir, un 0,0083% poblacional. Pese al “No es lo que parece” de los de la calle Génova, la catalana ha abierto los ojos y ha pegado la vuelta. Si del amor al odio hay un paso, del odio al amor también. En su nueva relación, Nogueras ha rejuvenecido. Ha recuperado la amistad con los 12 millones de pensionistas a quienes había dado la espalda. Se siente feliz de posibilitar que las ayudas lleguen a los afectados por la dana y le encanta el abaratamiento de la red de ómnibus estatal. Está como loca con su nuevo “noviete”, que por fin ha hincado la rodilla. Ella ha dicho que sí, que le quiere, pero con dos condiciones. La primera es que su Sánchez acepte una separación de bienes antes de la boda y la segunda es que le deje elegir la tarta del banquete.
25 dic 2024
Ritmo y destino
De mi galopar y su ritmo cansado,
sé que a trote se puede llegar,
que el destino es el mismo,
es el mar.
Y despacio,
ahora el viento ya es brisa,
y el sofoco sonrisa,
queda pues aprender a trotar,
en el camino de vuelta,
que me lleve a tu puerta,
desde el mismo destino,
el mismísimo mar.
5 dic 2024
Se secará el barro
18 sept 2024
Documental: Alas y Raíces
¡Descubre «Alas y raíces»!
Este documental te llevará a través de las raíces artajonesas de David Beriain. Recorremos los cimientos que formaron su carácter, desde la influencia de su familia hasta el legado de sus amigos y profesores más cercanos.
«Alas y raíces» es más que un simple documental; es un tributo a la fuerza de las conexiones personales y la importancia de nuestras raíces en la búsqueda de la libertad.
Una producción del TFG Fundación David Beriain integradado por Jacobo Gimeno, Unai Cantero, Miguel Ángel Iribarren, Pilar Ramón, Carmen Baleztena, Irene Ortiz, Natalia Vallejo, Íñigo Leiva, María Bergera y Sarelys Herrera.
Visita la web de la Fundación David Beriain: https://fdberiain.com/
TFG Periodismo, Universidad de Navarra. 2024